He aquí un poco de perspectiva histórica: Johanna y Mendel Hagedoorn son los difuntos padres del fundador. La historia de sus últimos años de vida es de suma importancia para la totalidad de la iniciativa Mendel.

Ciudadanos holandeses altamente educados (académicos), bien preparados para una tercera edad fantástica, en un hogar creado por ellos en una ubicación elegida por ellos en un soñador lugar en La Palma, una de las más lujosas islas de las Islas Canarias. Pero cuando Johanna comenzó a mostrar signos tempranos de demencia, la pareja apresuradamente decidió volver a Zeist, Holanda, donde compraron un hogar costoso en una comunidad para el cuidado donde “cualquier circunstancia podía ser atendida”. Sin embargo, éste resulto ser un lugar que dejó a Mendel varado en su deprimida necedad y a Johanna en la lenta progresión de su demencia. Ella pasó los últimos diez años de su vida en el hogar familiar del fundador y eventualmente en un hogar para ancianos, después de que Mendel, en su desesperación, se quitara la vida.

Si ellos hubiesen tenido el conocimiento y el apoyo que deseamos brindar en la Fundación Mendel (y en la totalidad de la iniciativa Mendel-concentus) esta historia hubiese tenido un final completamente diferente, uno mucho mejor.